Cuando visualizo la carrera de una autora la ayudo a ver todas las posibilidades que tiene su libro, desde complementarlo con un blog, hasta usarlo para crear cursos e infoproductos. En artículos anteriores, he explicado cómo ir: Hoy explicó cómo convertir tus cursos en libros. Si eres educadora, das cursos, talleres o conferencias, virtuales o presenciales, puedes usar ese material para crear libros. Para convertir tus cursos en libros, comienza por lo sencillo.
Con esos pasos, tendrás un manuscrito para tu libro. Ahora puedes permitir que otra persona lo lea y te dé su opinión o puedes trabajar con una editora para preparar el libro para la publicación. Luego, repite el mismo ejercicio para cada curso que tengas y tendrás otros libros que ofrecer.
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Mi madre es una lectora voraz, sin embargo, en la casa donde crecí no había una biblioteca ni un estante lleno de libros. Mami siempre tenía un libro de muchas páginas a la mano para leer, pero no sé qué sucedía con ellos cuando los terminaba. Quizás los regalaba o los donaba, pero el asunto es que en la casa no había un espacio con muchos libros. Reflexiono sobre esto porque me di cuenta de que, en mi casa ahora, hay muchos libros. Tengo desde diccionarios y libros de referencia hasta libros de ficción. Aunque no tengo una biblioteca asignada, en cada espacio —desde la sala hasta el comedor y las habitaciones— hay libros. No hay duda de que en mi casa vive una editora. Me gusta la sensación que siento al ver y contemplar mis libros. ¿Y tú, tienes una biblioteca en tu casa? Escribir y dar conferencias pueden ir de la mano si ves tu libro como una de las maneras de llevar tu mensaje, pero sabes que hay otras maneras de llevar tu mensaje; por ejemplo, dar conferencias y crear cursos. El enfoque es diferente y tiene que ver con cuál es tu fortaleza. Si hablar y conectar con un público se te hace fácil, es posible que transfieras ese mensaje a un libro y pases de conferenciante a autora. En ese caso, para escribir un libro, te puede funcionar la estrategia de grabar tu conferencia y luego transcribirla. Con esa transcripción puedes luego diseñar cursos. Si se te hace más fácil escribir, pero también quieres compartir tu mensaje en persona, puedes considerar dar conferencias. Para escribir una conferencia, piensa en el mensaje que quieres comunicar, incluye los temas y practícalo para presentarlo ante un público. A lo que voy es que una actividad se deriva de la otra y debes enfocar tus esfuerzos en lo que más fácil se te hace y comenzar por ahí para luego pasar a la otra. Al combinar ambas habilidades, tienes más oportunidades de llevar tu mensaje. Debido a que en estos días estoy más tiempo en casa, he aprovechado el tiempo para atender esas tareas pendientes que una deja para después —y sigue dejando para después—. Aquí las comparto. Actualizar el blog
Enviarle mensajes a mi lista de contactos
Promocionar los cursos por email
1. Descubre. Ya tienes una marca personal, aunque no lo sepas. Para descubrirla, pregúntate:
En mi caso, para que las personas a mi alrededor se sientan importantes, velo los detalles:
El look que me distingue es el de mis espejuelos pues siempre los llevo puestos, aunque sean monturas distintas. 2. Define. Piensa en lo que ofreces, sea tu libro, tu blog, tu producto o tu servicio, y pregúntate:
Para mí, velar los detalles es mi manera de destacar lo que ofrezco pues, como editora, mi trabajo es velar los detalles de tus escritos para que las ideas se comuniquen de la manera más sencilla posible. En otras palabras, mi trabajo es pulir tus palabras para que tu mensaje brille. 3. Diseña. Ahora que sabes un poco sobre tu marca personal, te toca diseñarla y usarla a propósito.
Por ejemplo, yo uso los espejuelos porque los necesito para ver a la distancia, pero lo que los hace parte de mi marca personal es el estilo que escojo pues no pasan desapercibidos. En este caso, el detalle que velo es que siempre que me veas, puedas reconocerme porque tengo los espejuelos. 4. Demuestra. Si ya escogiste los elementos de tu marca personal, úsalos.
Yo uso mis espejuelos en las fotos que comparto en mi blog y mis medios sociales y uso el color verde en algún accesorio cuando voy a actividades o presentaciones. Si deseas aprender más sobre el tema de la marca personal, puedes tomar el curso por email “Proyecta lo que profesas: cómo crear una marca personal”. La verdad es que puede ser de cualquier manera porque cada autora tiene su manera de crear un libro. El título primero Aunque el título es lo primero que una ve, se puede escribir al final. A algunas personas se les ocurre el título primero y de ahí parten para escribir el libro. En ese caso, cuando terminen de escribir, es necesario verificar que el libro esté relacionado con el título que escogieron. El libro primero Hay otras personas que tienen las ideas y comienzan a escribir el libro, pero no encuentran el título ideal todavía. En ese caso, pueden escribir hasta completar el libro y leerlo luego para para ver cuál frase o tema funciona para el título. El título y el libro se complementan El título y el contenido del libro trabajan en equipo para llevar el mensaje de la autora. Por lo tanto, independientemente de cuál se escribió primero (título o libro), el título debe representar la idea central del libro. El título puede ser simbólico o literal. Si al terminar de escribir, el título y el libro no concuerdan, se puede cambiar el título o añadir páginas para discutir el tema del título. Uno de los recuerdos más bonitos que tengo sobre el comienzo de Editorial Narra fue cuando di la primera conferencia sobre la autopublicación de libros en marzo de 2011. En aquel momento, ya sabía que me interesaba trabajar con la publicación de libros y tenía el nombre de la editorial, aunque todavía no había lanzado el negocio. Supe que me interesaba el tema porque contestaba con mucha ilusión cada vez que alguien me preguntaba: ¿cómo se escribe y se publica un libro? Aquella conferencia se llenó y lo que más me alegra es que todavía estoy en contacto con personas que conocí aquel día —y hoy somos amigas—. ¿Cuál recuerdo positivo conservas sobre el comienzo de tu negocio, tu blog, tu libro o tu proyecto? Este es el artículo de enero en la serie #unescritoparacadames. Siento gran orgullo de ser puertorriqueña. Desde el clima hasta los paisajes, Puerto Rico me encanta. Uno de mis pasatiempos favoritos es salir a comer para conocer rincones de la isla. Mientras más la conozco, más la quiero. Cuando salgo de viaje, vengo agradecida de regresar aquí y aprendo a valorar lo que aquí tengo. Aquí tengo mis recuerdos, mis seres queridos y mis sueños. Este artículo es parte de la iniciativa #amor2020. Me gusta más el aroma del café que su sabor. Sin embargo, no puedo comenzar el día sin mi taza de café. El café es parte de mi rutina matutina. Mientras cuela, preparo la libreta y el bolígrafo para hacer mi meditación escrita. Cuando me sirvo el café, comienzo a escribir y, generalmente, termino de escribir cuando se acaba el café. Depende de cuán inspirada esté, me tardo más o menos en ese proceso. Es mi momento favorito del día porque es tiempo para mí, para pensar, analizar, planear, soñar y soltar. No es casualidad que escribir sea mi trabajo, mi pasatiempo y mi reflexión y que lo acompañe con un café. ¿Y tú, tomas café mientras escribes? Este artículo es parte de la iniciativa #amor2020. |
la editoraLa autora de este blog, Vigimaris Nadal-Ramos, es también la dueña de Editorial Narra, una empresa puertorriqueña que brinda servicios editoriales y apoyo a los autores independientes durante el proceso de autopublicación. Aquí leerás artículos de interés para autores. Se publican artículos nuevos todos los domingos.
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