En el proceso de escribir un libro, los autores pasan por varias experiencias. Son normales y son parte de la emoción de publicar. Aquí comparto algunas de las sensaciones más comunes que experimentan los autores y posibles soluciones. Pero lo más importante es que comprendas que no estás sola/o y es normal que te sientas así.
Por ejemplo, hay momentos en los que los autores se obsesionan con el libro y no pueden dejar de escribir, no comen, no duermen, solo escriben. Por otro lado, hay momentos en los que no quieren saber del libro y abandonan temporalmente sus esfuerzos. Eso es normal y no debes esforzarte, permite alguna flexibilidad en tu plan de publicación para que puedas manejar esas emociones sin retrasar tu meta. Otra situación que se presenta es que el autor titula su libro desde el principio y luego se da cuenta de que el contenido va por otro camino. Eso es normal que suceda porque los libros toman vida propia. O sea, que según el autor se inspira para escribirlo, se da cuenta de que lo que quiere compartir ahora, no es lo que quiso compartir en un principio. Mi consejo: deja que las ideas fluyan, si hay que cambiar el título, se cambia, eso no es problema. El deseo de leer lo que se ha escrito anteriormente, cada vez que el autor se sienta a escribir es común también. Con este hay que tener cuidado porque si el autor sucumbe al deseo de leer el texto anterior, se sentirá tentado a cambiar todo lo que había escrito. Por lo tanto, lo ideal es leer el párrafo anterior para que sepas dónde te quedaste y puedas continuar desarrollando la idea, pero controla el deseo de leerlo todo porque puedes caer en un círculo vicioso y así no adelantas el escrito y, por lo tanto, no terminarás jamás. Una buena estrategia es que cuando estés terminando de escribir hoy, prepares un bosquejo de los próximos temas para que sepas por dónde comenzar mañana, así no tienes la excusa de tener que leer lo anterior para saber por dónde seguir escribiendo. Y tal vez el que no mucha gente comenta es que cuando está llegando al final del libro, el autor siente cierta inseguridad por si lo que escribió será de interés para alguien o no, es como un frío olímpico que le da porque sabe que se acerca el momento de publicar. Eso también es normal y ahí, una buena editora, le dirá: “Suéltalo ya”. Como autor, cuestionarás lo que escribiste y cómo lo escribiste, pero no es una inseguridad real, es el susto por el gran logro. Por eso, yo permito que juegue con esa inseguridad por algún tiempo, pero luego, pongo un poco de presión: “Necesito que me entregues tal día”. Porque si no lo guío, se queda remando en círculos. Y pienso que el autor no ha pasado tanto trabajo para dejar su libro sin publicar. Al final, me agradecen esa presión. Estas son algunas de las razones para trabajar con una editora, porque no te sentirás sola/o en el proceso y tendrás a quién consultarle para que sepas cómo manejar estas experiencias. Vigimaris es editora y dueña de Editorial Narra, Inc. Además, es creadora de la Escuela de Autores. Su misión es ser herramienta para que alcances tu sueño de escribir y publicar un libro. Búscala en http://pr.linkedin.com/in/vigimaris y síguela en https://twitter.com/editorialnarra
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la editoraLa autora de este blog, Vigimaris Nadal-Ramos, es también la dueña de Editorial Narra, una empresa puertorriqueña que brinda servicios editoriales y apoyo a los autores independientes durante el proceso de autopublicación. Aquí leerás artículos de interés para autores. Se publican artículos nuevos todos los domingos.
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Abril 2020
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