Si una empresaria nueva viniera a pedirme consejos, me enfocaría en cuatro puntos:
1. Comienza con lo que tienes Escribí un artículo en este blog que titulé “Qué hago con lo que tengo”. Me gusta porque te inspira a identificar lo que tienes y lo que sabes e identificar qué puedes hacer con eso. Si haces ese ejercicio, verás las posibilidades que tienes para comenzar un negocio con poca inversión. A la hora de comenzar un negocio, a veces, complicamos demasiado la situación. Si quieres tener una tienda de ropa, comienza con algo más sencillo como vender a consignación o usar una aplicación como Poshmark, que mi amiga Tere Montes con gusto te enseñará a usar. Si tu sueño es dar conferencias, comienza a escribir sobre el tema o graba videos cortos en los medios sociales para posicionarte como experta y así tendrás muestras de tu tema cuando te ofrezcas para presentarte ante un público. Comprendo que algunas ideas de negocio permiten más flexibilidad que otras, pero dale la vuela para ver qué se te ocurre. 2. Ofrece algo sencillo Luego de hacer el inventario de lo que tienes (como la computadora con acceso a Internet y tu teléfono celular), lo que sabes (experiencia personal o profesional) y analizar qué puedes hacer con eso (como comenzar un blog), simplifica la idea lo más que puedas y diseña el servicio o producto más sencillo que puedas crear. La idea es tener algo que ofrecer en el menor tiempo posible. Así pruebas la idea y siempre puedes elaborarla para ofrecer más. Digamos que quieres escribir un libro, comienza por lanzar un libro en PDF. Para crearlo, recopila escritos que tienes en libretas, documentos en tu computadora o tu blog. Si no tienes nada escrito, piensa en cinco artículos que puedas escribir y únelos todos en un solo documento que conviertas en un libro en PDF. Así comienzas a ganar dinero y luego puedes añadir más ideas y contenido al libro para convertirlo en un libro en papel. 3. Únete a un grupo de apoyo Un elemento esencial para mí fue encontrar un grupo de apoyo. No me refiero a unirme a un “grupo de apoyo” literalmente, sino encontrar grupos de empresarias que ya tenían experiencia o estaban en la misma etapa que yo para apoyarnos mutuamente. Estos grupos de apoyo me brindan un espacio para consultar, probar ideas y encontrar guía. 4. Piensa por etapas Aunque comiences poco a poco, piensa en grande y determina qué más puedes ofrecer. Por ejemplo, yo comencé con servicios de edición y traducción de textos y luego evolucioné para trabajar con libros, dar clases de redacción, blogs y marca personal, según vi lo que pedían las mismas clientas. Puedes elaborar tu servicio o producto en paquetes básicos, intermedios y avanzados para que tengas más que ofrecerles y las ayudes a crecer. Si tu negocio es de repostería, comienza con una receta y luego añade otras al menú. Así varías y atiendes los gustos de tu clientela. En resumen… La idea de comenzar poco a poco y con lo más sencillo es por dos razones: 1) que comiences —porque de otro modo te quedas en la etapa de planificación eternamente y no lanzas el negocio— y 2) que pruebes la idea para ver si es realmente lo que las clientas quieren porque a veces nos enamoramos de una idea que no tiene público —y eso, no es negocio—. #30ideaspara30días
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la editoraLa autora de este blog, Vigimaris Nadal-Ramos, es también la dueña de Editorial Narra, una empresa puertorriqueña que brinda servicios editoriales y apoyo a los autores independientes durante el proceso de autopublicación. Aquí leerás artículos de interés para autores. Se publican artículos nuevos todos los domingos.
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